Bach nunca puede faltar. Y mi segunda elección se completa con las Goldberg, las famosas variaciones que según Forkel, primer biógrafo de Bach, debían entretener al insomne conde Keyserlingk y que Pierre Hantaï, en una aproximación más madura y con una siempre soberbia técnica, registrara por segunda vez en el 2003.
Ya se te echaba de menos... A ver si yo también me pongo a la faena. Otro buen disco nos traes, sí. Menudo señor del clave, Hantaï... Besos.
ResponderEliminarQuerida Ana! Buf... el trabajo y las nuevas responsabilidades que debo asumir me han mantenido un poco alejado. Espero poder retomar el ritmo.
ResponderEliminarEse Hantaï es tremendo, es verdad!
Besos
;)
Gracias primo, por toda esta belleza!
ResponderEliminarQué metodologia la tuya, maestro!
Musica que inspira, musica para el alma.
ALE
Besos Prima!!!!!!!!
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