sábado, 10 de abril de 2010

Versiones y novedades


Reviso las novedades discográficas anunciadas en los boletines a los que estoy suscrito y la situación se torna abrumadora. ¿Cómo hacer para estar al día con tanta producción que sale al mercado y con semejante regularidad? Eso es un imposible. ¿Crisis del cd? No sé quién dijo eso… Algunas reglas que me autoimpongo: me permito tan sólo dos, rara vez tres versiones de alguna composición fundamental. ¿Para qué más si sé que he sido sumamente exigente para inclinarme por una u otra? Así, además, controlo la sobrepoblación de discos y dejo espacio para los libros. Ese es mi otro vicio y más grave. Mucho más grave.


Tomo como referencia a algunos inagotables maestros y paso revista. Para las Goldberg, que debe ser una de las obras con más versiones en disco, yo selecciono dos, Hantaï I (Opus 111) y Hantaï II (Mirare). Los célebres seis solos para el cello, Bylsma I y Wispelwey II. La Misa en Si Menor, una tradicional, Suzuki (Bis), y otra OVPP, Kuijken (Challenge Classics). Con las casi inabordables sonatas para laúd de Weiss, mi primera opción siempre son los ya diez volúmenes de Robet Barto (Naxos) que se complementan perfectamente con dos de Eduardo Egüez, uno de Hoppy y otro de José Miguel Moreno, no más. Dowland tiene dos caras, una virtuosa en dedos de Paul O’Dette (HM) y otra más serena y madura por Nigel North (Naxos). Monteverdi y sus madrigales, ahí conjugo entre La Venexiana, el sexto libro por Alessandrini y el trabajo de Marco Longhini para Naxos, sello de bajo costo que siempre sorprende con una que otra integral. Y muy pronto sale el primer volumen de los madrigales de Gesualdo por los mismos Delitiae Musicae de Longhini (!!!). Membra Jesu Nostri, Fasolis y Veldhoven. El Op. 5 de Geminiani, Nasillo (Symphonia) y McGillivray (Linn). El Op. 4 de Haendel, ¿Dantone, Egarr y Halls? Mejor paso a las novedades…

Comienzo con los responsorios para Semana Santa de Tomás Luis de Victoria. Si destacada era la interpretación de los Tallis Scholars (Gimell), ahora sale la de Raúl Mallavibarrena y Musica Ficta (Enchiriadis), quienes ponen nuevamente en el tapete a un discreto sello que sabe hacer las cosas muy bien. Escuché algunos extractos y les aseguro que es una lectura totalmente novedosa, atrevida. El disco se llama sugerentemente “18”. Paso a Bach, porque pareciese que todos los meses se celebra al cantor de Lepizig. Cuatro discos: los Motetes por el sólido Masaaki Suzuki; Andreas Staier y su lectura de las Goldberg, con sugerentes cambios de registros; la Pasión según San Mateo nuevamente con criterio de una voz por parte y por el incansable Sigiswald Kuijken, pero con un elenco de cantantes que te hace dudar si adquirirla o no -yo paso, con Butt y la segunda de Herreweghe tengo de sobra-, y las Sonatas en Trío por Reine-Marie Verhagen (flautas dulces) y Tini Mathot (clave y órgano de cámara). Ricercar saca otra selección de Danceries de Attaingnant y son sus más avezados intérpretes, Denis Raisin-Dadre y Doulce Mémoire, quiénes así complementan su antigua producción para Astrée. Anthony Bailes para el elegante sello Ramée preparó un programa titulado Apollon Orateur. Son piezas para laúd barroco de los Gaultier, Ennemond y Denis, ambos compositores alguna vez tan bien llevados al disco por Hopkinson Smith. Hace algunos meses, Christophe Rousset volvió a indagar en la obra para clave de Johann Jakob Froberger y grabó seis suites para Ambroisie. Carus lanza la versión de Mendelssohn del Dettingen Te Deum de Haendel con falutas, clarinetes y cornos, yo arranco y recuerdo gratamente la de Stephen Layton para Hyperion. Giulio Cesare in Egitto, sí, una de las óperas más grandes de todos los tiempo. Ahora es el turno de George Petrou para demostrar qué tan lejos puede llegar con su Orquesta de Patras y un elenco de solistas cada vez más llamativo. No conozco esta versión, yo tengo la de Minkowski que es espléndida, pero mi amigo español Javier Sarría Pueyo, un haendeliano acérrimo, dice que el maestro griego se convirtió en un imprescindible. Sergio Azzolini crea todo tipo de expectativas (yo espero una integral, no menos) con su Concerti per fagotto I para la obligatoria serie Vivaldi Edition del sello Naïve y registra, además, seis mozartianas sonatas para fagot y pianoforte de Thaddäus Wolfgang von Dürnitz. Me atrevo también con éste último, Azzolini es un dato seguro y a veces es bueno avanzar un poco más allá de 1750. A veces y con mucha precaución. Y ya que doy el salto, agrego algo de música de cámara de C. F. Abel y J. C. Bach por Il Gardellino, también los tres tardíos cuartetos de C. P. E. Bach (La Tempestad/Arsis), incluso otro disco que se me pasó, el recital de Rossini con Joyce DiDonato y la dirección de Edoardo Müller.

¿Cómo es posible que Glossa, Accent, Ramée, MDG, Pan Classics, DHM, Arcana, entre muchos otros, aún no estén en los escaparates de la famosa tienda que ahora mezcla libros, cds y todo tipo de accesorios? Alpha, Ricercar y Fuga Libera llegó. Tarde, muy tarde, pero llegó. Y les aseguro que insistí mucho en ello. Que hagan algo pronto, si no seguirán perdiendo clientes. Por suerte podemos acceder regularmente a Bis, Hyperion, Chandos y CPO en la disquera del Pueblo del Inglés. Mas por internet siempre es menos costoso y más seguro dar con el producto deseado. Pero a la vez es más peligroso, porque cuando uno está de cara a la novedad la tentación es muy fuerte. ¿No era tan sólo dos versiones por obra?...


2 comentarios:

  1. Sr. Orfeo.

    Coincido con usted, es bueno ponernos alguna regla en este delicado asunto de comprar discos, tengo una regla similar a la suya (con una pequeña variante ;-p):

    "Rara vez menos de treinta versiones de alguna composición fundamental".


    Un fuerte abrazo! ;-)

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  2. Ud., mi querido Eduardo, tiene un problema serio, debería hacerse ver...

    ;-)

    Un fuerte abrazo!

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