martes, 29 de septiembre de 2009

Despertares





Francesco Maria VERACINI
Sonata No. 3 in B minor - V. Rondò: Allegro






Grancesco Maria Veracini (1690 - 1768)
12 SONATAS FOR VIOLIN SOLO AND BASS OP. 1

Enrico Casazza
La Magnifica Comunità


Brilliant Classics, 2008 [CD 1 80'13'' + CD 2 70'29'']

lunes, 28 de septiembre de 2009

Bellezas





Carl Philipp Emanuel BACH
Sonata A minor, Wq 128 - Andante







Carl Philipp Emanuel Bach (1714 - 1788)
THE SONATAS FOR TRANSVERSE FLUTE AND BASSO CONTINUO


Barthold Kuijken, transverse flute
Ewald Demeyere, harpsichord & fortepiano


Accent, 2006 [CD 1 50'32'' + CD 2 54'24'']

viernes, 25 de septiembre de 2009

Acteón o el cazador cazado





El mito


Al finalizar una jornada de caza, Acteón, nieto de Cadmo y aventajado discípulo del centauro Quirón, ordena a su séquito detener las actividades y descansar. Se encuentran en el valle de Gargafia, tierra consagrada a Diana, diosa de la caza y protectora de la naturaleza.

Con pasos inciertos, Acteón vaga por aquel bosque desconocido topándose para su mala fortuna con la fuente donde Diana junto a su cortejo de ninfas bañan sus virginales cuerpos con cristalinas aguas. Y tan pronto como Acteón delata su presencia, las ninfas estallan en alaridos y con premura abrigan la desnudez de la diosa.

La vergüenza cubre el rostro de la diosa al saber que fue observada sin ropas y ya la furia se apodera de ella. Diana protege implacablemente su castidad así como la de sus compañeras, y ante la afrenta de la indiscreta mirada, Acteón es castigado. En el rostro del cazador brota la cornamenta, se le extiende el cuello al igual que las orejas, pies y manos mutan en largas patas y su cuerpo se envuelve de piel animal. La turbación y el miedo se apoderan de él, al verse primero transformado y luego perseguido por una jauría, sus propios perros de caza.

Acteón huye por los mismos parajes por los que él acostumbraba deambular como cazador, mas los perros lo acorralan y al no reconocerlo con este cambiado aspecto lo atacan, despedazándolo con feroces mordidas.

Desciende Juno, reina de los dioses, y anuncia al séquito de cazadores que en vano llaman a su héroe para celebrar la bravura de los sabuesos. Acteón no puede oírles, ya que con aspecto de ciervo, yace desgarrado delante de sus pies. Y explica que la desgracia es obra suya: “si mis golpes no llegan al corazón de la amante de Júpiter, mi pérfido esposo, ataco a su sangre, pues Europa, la encantadora que toma mi lugar en el cielo junto a él, es hermana de Cadmo”.

Y hasta que no se apagó la vida de Acteón por aquellas feroces heridas, no se agotó la vergüenza de la casta hermana gemela de Apolo y la ira de la despiadada y celosa Juno.


La obra

Una Ouverture y seis breves escenas dan forma a esta opéra de chasse compuesta por Marc-Antoine Charpentier en 1684, según se deduce de las fuentes biográficas. Con un libreto de autor desconocido y representada privadamente para el entretenimiento de la princesa de Guise, esta breve ópera se escribió para un conjunto instrumental y vocal de reducidas dimensiones.

Les Arts Florissants, bajo la batuta de William Christie, registró hace ya casi treinta años para Harmonia Mundi la hasta ahora única versión en estudio disponible. Y el sello francés, en sus novedades del pasado mes de agosto, anunció la reedición de la placa en la serie “musique d’abord”. Un disco que no hay que dejar pasar.



Marc-Antoine Charpentier (c. 1645/50 - 1704)
Actéon

Les Arts Florissants
William Christie

Harmonia Mundi, 1982 [46’45’’]




Marc-Antoine Charpentier - Actéon, H.481
Ouverture




domingo, 13 de septiembre de 2009

Música sacra



Johann Sebastian BACH
Aus der Tieffen, BWV 131

Ich harre des Herrn




Johann Sebastian Bach (1685 - 1750)
AUS DER TIEFFEN

Ricercar Consort
Philippe Pierlot

Mirare, 2008 [68'06'']

domingo, 6 de septiembre de 2009

Música Sacra




Johann Sebastian BACH

Also hat Gott die welt geliebt, BWV 68

Choral - Also hat Gott die welt geliebt





Johann Sebastian Bach (1685 - 1750)
ICH BIN EIN GUTER HIRT
Cantatas Vol. 39

Bach Collegium Japan
Masaaki Suzuki

Bis, 2008 [72'42'']

viernes, 4 de septiembre de 2009

Lamentos y madrigales: Monteverdi y el Sexto Libro





Cuando Claudio Monteverdi publica su sexto libro de madrigales, atrás quedaban dos décadas incertidumbres, inestabilidades emocionales y económicas, pesares y tristezas. Vincenzo Gonzaga, Duque de Mantua, muere en febrero de 1612 y le sucede su hijo Francesco, quien en julio de aquel mismo año despide caprichosamente al maestro de capilla de la Serenísima Corte. Pero no pasará mucho tiempo antes de que el cremonés fije un nuevo norte para su carrera musical. En 1613 llega a Venecia, concursa, obtiene el codiciado puesto de maestro de capilla para la Catedral de San Marcos y se convierte rápidamente en el compositor vivo más respetado. Si es que ya no lo era.


El libro

Publicado en Venecia por Ricciardo Amadino en 1614, Il sesto libro de madrigali a cinque voci..., con un Dialogo a Sette, de Claudio Monteverdi, sigue el natural desarrollo de lo expuesto en las últimas seis creaciones de su anterior libro: estamos frente a la etapa final del madrigal en su estructura clásica y a un paso de la consolidación de la nueva tendencia, el madrigal concertante, narración musical adecuada para expresar diversos planos emotivos.

Sólo diez piezas dan forma al sexto libro, que dividido en dos partes, plantea un juego con la simetría. Cada sección comprende un planto a gran escala (Lamento d’Arianna y Sestina, con 4 y 6 partes respectivamente), un madrigal sobre un texto de Petrarca y otros sobre versos de Giambattista Marino. Un solo madrigal atiende a un texto anónimo.

Compuesto en Mantua al menos cuatro años antes de su publicación, este sexto libro ofrece los últimos respiros al equilibro tradicional, la escritura a cinque, que si bien se entiende como cosa del pasado, acá ensaya nuevas y extremas posibilidades. El planteamiento de las voces rompe la tradicional homogeneidad y al mismo tiempo introduce con fuerza los profundos cambios que experimenta el género cuando se combina la monodia con el estilo concertante en una creación para varias voces.

Por otro lado, la presencia del basso continuo, sugerido ya por el propio compositor para las seis piezas finales del quinto libro, es ahora estable y aplicable en cada madrigal. Tanto los instrumentos de arco como las cuerdas pulsadas brindan un soporte armónico, elemento que otorga plenas libertades a la declamación natural de la palabra y permite que cada voz se mueva con mayor independencia respecto de las otras.

El sexto libro cierra magistralmente con Presso un fiume tranquillo, imponente dialogo concertato concebido a sette.


El lamento

Lasciatemi morire;
e che volete voi che mi conforte
in così dura sorte,
in così gran martire?


A cinco voces se escucha ahora, luego de seis años de su estreno, el monódico lamento de L’Arianna. Único extracto sobreviviente de la tragedia en música estrenada en 1608 en el palacio ducal de Mantua, es la pieza elegida para abrir la nueva colección.

Con esta adaptación polifónica, el compositor agota sobre el texto de Rinuccini todas las posibilidades del stile antico y explicita en el pentagrama todo elemento descriptivo para que las tres voces internas coloreen los ángulos, cubran cada resquicio y resuelvan el armónico cuadro musical delimitado por el marco de las voces extremas.

Pero son más las versiones existentes de la célebre pieza. A la polifónica de éste sexto libro se suma una segunda de reescritura monódica, de 1623, cuando nuevamente los instrumentos sostienen la armonía; y una tercera, sacra, incluida en el Selva Morale e Spirituale de 1640 y que lleva por título Pianto della Madonna sopra il Lamento d'Arianna a voce sola.


Las lágrimas de un amante


En marzo de 1608 y poco antes del estreno de L’Arianna, muere sorpresivamente Caterina Martinelli, joven cantante al servicio de la corte de Mantua para quien Monteverdi compone el rol protagónico. A modo de homenaje, Monteverdi escribe Sestina: Lacrime d’amante al sepolcro dell’amata, pieza que establece la conexión entre las dos partes del libro, pues Sestina es también un amplio lamento, es el llanto de un pastor cuya ninfa ha muerto. En Glauco y Corinna se reconoce a Vincenzo Gonzaga y a la “Romanina”, apodo con que se conocía a Martinelli, favorita del Duque de Mantua.

Pero tanto dolor en música, tanto sufrimiento íntimo sugiere una inmediata segunda lectura y ésta es clara: Monteverdi no solamente escribe para su señor, Monteverdi plasma un último y conmovedor adiós para su esposa, Claudia Cattaneo, que había muerto en 1607.


El registro

Para el sexto libro de madrigales, mi elección discográfica es el doble disco registrado por Delitiae Music
ae para el sello Naxos. Como es habitual en esta integral en curso, Marco Longhini, su director, opta por una lectura historicista y graba sólo con voces masculinas: tres contratenores, dos tenores, un barítono y un bajo asumen las líneas del cantus, quintus sextus, septimus, quintus-altus, altus, tenor y bassus, a las que les añade un virtuoso conjunto instrumental.

A los citados diez madrigales, se incluye acá la versión del Lamento d’Arianna de 1623 así como otras tantas creaciones de Monteverdi que fueron incluidas en diversas antologías publicadas entre 1594 y 1634, algunas de ellas nunca antes llevadas al disco.

Con una cuidada lectura, el conjunto italiano logra dar satisfactoriamente con las emotivas imágenes musicales contenidas en cada poema. El empaste de las voces es preciso, la agógica y la dinámica se explotan en plenitud y enriquecen la entonación amable, delicada y atenta. El madrigal exige el tiempo que cada palabra se merece y Longhini, con sabiduría y generosidad, lo otorga con gracia.





Claudio Monteverdi (1567 – 1643)
SESTO LIBRO DEI MADRIGALI

Delitiae Musicae
Marco Longhini, director

Naxos, 2007 [CD 1 68’48’’ + CD 2 57’28’’]


Lamento d'Arianna
I. Lasciatemi morire





jueves, 3 de septiembre de 2009

Las arias más bellas





Antonio VIVALDI
Andromeda Liberata

Sovente il sole



"Sovente il sole" (Perseo)

Sovente il sole
risplende in cielo
più bello e vago
se oscura nube
già l'offuscò.

E il mar tranquillo
quasi senza onda
talor si scorge,
se ria procella
pria lo turbò.





Antonio Vivaldi (1678 - 1741)
HEROES
Opera Arias

Philippe Jaroussky, countertenor

Ensemble Matheus
Jean- Christophe Spinosi

Virgin Classics, 2006 [63'15'']

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Despertares




Antonio VIVALDI
Concerti per violino e archi in la maggiore, RV 352

Allegro Molto





Antonio Vivaldi (1678 - 1741)
CONCERTI PER VIOLINO III "IL BALLO"

Duilio M. Galfetti, violino

I Barocchisti
Diego Fasolis

Naïve, 2008 [60'09'']